martes, 9 de octubre de 2007

Nobel de Medicina



Galardonan a Mario Cappecchi, Oliver Smithies y Martin Evans por sus investigaciones a partir del diseño de ratones mutantes

ESTOCOLMO (Agencias).— Fueron pioneros en la creación del “diseño de ratones” para establecer los roles de diferentes genes en el desarrollo de trastornos humanos, desde enfermedades cardiovasulares y neurodegenerativas, la diabetes y el cáncer, lo que constituyó una verdadera revolución de la investigación médica del siglo XXI, y por ello ayer, los genetistas Mario Cappecchi, Oliver Smithies y Martin Evans obtuvieron el Premio Nobel de Medicina y Fisiología 2007.
Tras el anuncio por parte del Instituto Karolinska de Suecia, miembros de la comunidad científica internacional coincidieron que la concesión de este Nobel marca un reconocimiento a una rama de la investigación que puede “pavimentar el camino” a tratamientos para enfermedades genéticas, desde el cáncer hasta la fibrosis quística, pues facilita saber por qué ciertas enfermedades afectan a nivel celular a las personas.

El prestigioso premio dotado con 10 millones de coronas suecas (1.54 millones de dólares) reconoce la labor de dos ciudadanos estadounidenses, aunque de origen italiano y británico Mario Capecchi y Oliver Smithies, respectivamente, así como de Martín Evans —también nacido en Gran Bretaña—, por ayudar a forjar una nueva y fundamental rama de la medicina, conocida como recombinación homóloga (gene targeting).

El trabajo de los tres, reveló “los roles de numerosos genes en desarrollo embrionario, fisiología adulta, envejecimiento y enfermedad”, señaló el Instituto Karolinska.

Mientras Capechi y Smithies demostraron cómo se pueden modificar genes sanos, introduciendo en la célula fragmentos defectuosos de ADN (aunque sólo en cultivos celulares en laboratorio), Evans descubrió cómo incorporar genes modificados en ratones, con la ayuda de células madre embrionarias.

La combinación de estos dos métodos creó ratones modificados genéticamente, que son usados en los experimentos en reemplazo del hombre. Los primeros roedores con un gen cancelado, conocidos como “KO” (Knock out), datan de finales de los 80 y se han convertido en una herramienta central para el trabajo de los genetistas en todas las áreas de la biomedicina, desde la investigación básica hasta el desarrollo de nuevas terapias, pues permiten descubrir qué genes están involucrados en el desarrollo del organismo, cómo se comunican entre sí las células, cómo crece el sistema nervioso o cómo se produce el cáncer.

Hasta la fecha se han conseguido desactivar al menos 10 mil de los 20 mil genes que posee un ratón, eso significa “poseer el conocimiento de la función de la mitad del genoma”, según Damián García Olmo, jefe de la sección de cirugía general del Hospital Universitario de La Paz de Madrid.

La investigación de Capecchi y Smithies mostró que pueden recombinarse genes, modificarse y repararse en caso de ser defectuosos. Evans ofreció los medios para lograr esto, aislando las células madre embrionarias en ratones, que dan origen a todas las células del cuerpo.

Su trabajo condujo a novedosos descubrimientos sobre el desarrollo de órganos, las causas de varias deformaciones de humanos en su nacimiento, junto con modelos de enfermedades como la fibrosis quística, la hipertensión y la aterosclerosis.

“Estos son descubrimientos verdaderamente fantásticos de enorme importancia para la humanidad”, dijo Christer Betsholtz, miembro del comité Nobel del Instituto Karolinska.

Ayer los galardonados expresaron su satisfacción por el reconocimiento a toda una carrera. El galardón les será entregado en una ceremonia en Oslo, el 10 de diciembre, aniversario del fallecimiento de Alfred Nobel.

QUIÉNES SON

MARIO CAPECCHI(60 años)

• Nació en Verona en 1937, pero se nacionalizó estadounidense

• Cuando tenía cuatro años, en plena Segunda Guerra Mundial, su madre fue llevada al campo de concentración de Dachau, obligándolo a vivir en la calle en Italia

• A la edad de nueve años, volvió a reencontrarse con ella, y juntos emigraron a EU

• Se doctoró en biofísica en la Universidad de Harvard en Boston, a la que abandonó en 1973 para mudarse a vivir a las Montañas Rocosas, pero continuó su investigación en la Universidad de Utah en Salt Lake City

OLIVER SMITHIES (82 años)

• Nació en Halifax, en Yorkshire Occidental en 1925, pero adquirió la ciudadanía estadounidense

• Fue elegido por su inteligencia para una “escuela selectiva” y posteriormente obtuvo una beca para su estudio

• Se doctoró en bioquímica en la Universidad de Oxford a los 26 años y en 1953 se mudó a Toronto, Canadá, y luego a la Universidad de Wisconsin (EU)

• Desde 1988 es “Excellence professor” de Patología y Medicina de Laboratorio de la Universidad de Carolina del Norte

• Como piloto aéreo, junto con su amigo Field Morey, han establecido varios récords mundiales, entre otros, atravesando el Atlántico

MARTIN J. EVANS (66 años)

• Nació en la pequeña ciudad inglesa de Stroud en 1941

• Las ciencias biológicas lo fascinaron desde su juventud. Se doctoró en anatomía y embriología en el University College de Londres en 1969

• En 1999 se convirtió en director de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Cardiff, en Gales. hasta su jubilación

• Es uno de los arquitectos más importantes de la investigación con células madre

• En 2004 Isabel II lo nombró Caballero

lunes, 1 de octubre de 2007

Página de internet propia ¿misión imposible?

Pese a que existen 22.7 millones de mexicanos con acceso a la red, nueve de cada diez PyMES no tienen página web. Esto se debe al alto costo que implica, según considera experto de la firma ComFlyer


Según datos de la Secretaria de Economía, en México el 99.98% de las empresas son PyMES, y de éstas, nueve de cada diez no tienen una página web para divulgar y dar a conocer sus productos o servicios.
Por su parte, la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) reporta en sus últimas cifras que en México existen 22.7 millones de personas con acceso a la red, las cuáles recurren al medio para buscar información, consultar noticias, bajar música y conocer productos o servicios que desean comprar.

La misma AMIPCI señala en un estudio reciente que el 73% de las personas que visitan una tienda virtual o negocio, toman la decisión de lo que comprarán en base a la información que obtienen de internet.

Para Miguel A. Campos, director operativo de , un factor que influye para que las pequeñas empresas no se animen a invertir en una página web, tiene que ver con los altos costos que implica.

“El puro dominio puede costar 400 pesos al año, mientras que el hosting (alojamiento web) cuesta 3 mil pesos; un diseñador gráfico no trabaja por menos de 10 mil pesos por proyecto y se lleva de uno a dos meses en el desarrollo”, considera.

La solución que buscan algunas empresas es vaciar la información de su negocio en comunidades virtuales, aunque para el experto esta opción no es competitiva.

“Si te anuncias, por ejemplo, en Geocities, tus clientes te buscarán en direcciones demasiado complejas, además de que en este caso la promoción es para Geocities y no para la PyME; también existen limitantes, ya que no cuentan con diseño profesional para darle una buena imagen al negocio”, explica.

Incluso si superan esta “barrera económica” al llegar a la parte tecnológica “les empiezan a hablar de infinidad de datos técnicos que más que ayudarlos los hacen bolas”. Aún después de emerger la página, ésta puede carecer de modificación y mantenimiento: “sería como leer el mismo periódico con la mismas noticias todos los días”.

¿Qué soluciones existen?

Debido al elevado costo que implica crear páginas web para pequeñas y medianas empresas, en el mercado tecnológico han comenzado a surgir productos que de alguna u otra manera minimizan el costo de inversión.

Una de estas opciones la ofrece ComFlyer, empresa mexicana que “ofrece acceso a la tecnología de páginas web por un bajo costo, esto mediante el involucramiento en su diseño y modificación para reducir los gastos inherentes”.

En palabras de Miguel A. Campos “se trata de 400 platillas pre-diseñadas para que las personas que diseñen o tomen la decisión de sus sitios web (...) pueden manipular el logotipo de su empresa, el nombre, texto y elegir los sus menús principales”.

Detalla que “es una herramienta de bajo costo para todas las PyMES, donde en un mismo paquete se llevan el diseño gráfico, el mantenimiento, el dominio, la transferencia, así como el registro al Mercosur, mismo que les ayuda a hacer importaciones y exportaciones”.

La solución de ComFlyer se divide en tres tipos de productos, de acuerdo a las necesidades específicas de cada empresa:

Lite: “para quien inicia su negocio y no requiere de mayor difusión, incluye casi todos los servicios aunque no contempla dominio propio ni cuentas de correo propias (es decir, seguir utilizando Yahoo, Hotmail, G-Mail, etcétera). Costo: mil 950 pesos al año.”
Basic: “incluye un dominio, cuentas de correo personalizadas (que es como la tarjeta de presentación) así como productos adicionales que son de mayor capacidad. Costo: 2 mil 950 pesos”.
Premium: “incluye lo anterior y herramientas adicionales, como encuestas, sección de noticias, un carrito de compras para comprar en línea (que normalmente cuesta 80 mil pesos) y otras 20 aplicaciones más. Costo: 3 mil 950 pesos.
Campos añade que, adicionalmente, para que el sitio web se difunda se incluye en un directorio se registra la imagen del negocio, además de “hacer el registro en los principales buscadores, tal como Google, Yahoo, Prodigy, MSN, Altavista, American Online, entre otros”.

Sobre su firma, ComFlyer, describe que “surge hace un par de años, inicialmente en Argentina y Brasil, a través de la Cámara Internacional de Comercio del Cono Sur (Mercosur) donde sus afiliados se dan cuenta que los empresarios requieren de la nueva tecnología del Internet”.

Con una cartera de 3 mil clientes, esta firma ha atendido a negocios de los giros automotriz, bienes raíces, equipo de alimentos, redes de mercadeo, tiendas de servicios, tlapalerías y farmacias.

¿Es un buen negocio el desarrollo de software?



Pensaba en exponer comparativas de desarrollo de , con otras herramientas, la eliminación de problemas en la postventa, las ventajas de las plantillas empresariales, el gran futuro con la nueva tecnología de las cajas.

Sin embargo, dándole unas cuantas vueltas me dije…. ¿Realmente qué puedo ofrecer? ¿Me ha aportado algo el conocer miles de empresas de desarrollo?

¿Cuál es la situación del mercado?

Nos encontramos con empresas que todavía trabajan en el mundo texto y mantienen una economía saneada, y otras con un vertical y abrumadas con un parque de poco mas de 10 clientes.

A primera vista no llegué a ninguna conclusión, ya que indagando un poco mas encontrábamos el caso totalmente opuesto

Por tanto, nada claro entre un maremagnum de sectores, calificación, volumen, estrategias, etc.

¿Pero existe algún denominador común a todas ellas?:

En mi opinión, rotundamente sí.

Pero vayamos por partes siguiendo nuestro razonamiento lógico. El procedimiento primero consistió en recopilar una serie de errores conocidos, unos publicados y otros no, que afectan al mundo del software

Nuestro Primer Error

Cuando hablemos con gente que está empezando en esto y le preguntamos; ¿cómo piensas ganar dinero?, muchos de ellos nos dirán:
Voy a hacer un programa mejor que ninguno de los que hay en el mercado, o lo que es peor, tengo una idea para hacer un programa que nunca nadie ha hecho.

Esta puede ser la peor manera de empezar en el negocio del software. Debemos pensar: ¿por qué el nuestro va a ser mejor? ¿De verdad no se le ha ocurrido a nadie antes?

Llegados a este punto, podemos separar a los empresarios del software en dos perfiles:


Los gurús y visionarios.


Trabajan como les da la gana y se atienen a sus propias reglas. Probablemente se les ocurren ideas de éxito vetadas para el resto de las personas y en situaciones aún menos convencionales, como subiendo al Aconcagua o deslizándose con sus esquíes por una nueva pendiente.


Los empresarios prácticos.
La mayoría de nosotros, cuyo éxito depende de la adaptación a los patrones ya establecidos.


Por tanto, ante la declaración de intenciones anterior, la siguiente pregunta sería:





¿Soy un verdadero visionario o un práctico empresario?

Si estamos en el primer grupo, adelante, el mundo es nuestro.
Si no, posiblemente nuestro objetivo sea otro: hacer un software que funcione bien, con un retorno de inversión rentable, limitándonos a convertir recursos (nuestras horas de programación) en código rentable.

Segundo Error: Un precio inadecuado

El segundo paso es saber dentro de que rango de precios vamos a vender nuestros programas.

En el mercado podemos encontrar software con similares funcionalidades, aparentemente, por 100, 1.000 y 10.000 Euros.

En todos y cada uno de los casos el autor asegurará que el suyo es el mejor o el más vendido.

Y en la mayoría de los casos:

Ni el más barato era el más vendido.

Ni el más caro era el mejor.


¿Dónde debemos situarnos cada uno de nosotros?

Es difícil encontrar nuestra posición.

Sin embargo, creo que existe un umbral que no conviene rebasar: cualquier planteamiento de programa con un precio de venta inferior a 300 Euros y un mantenimiento anual de un 15 por ciento del precio de la licencia, muy posiblemente no sea el modelo más recomendable.

Esto no quiere decir que no sea un camino válido este tipo de venta paquetizado a bajo coste. Es totalmente válido, pero en la mayoría de los casos reservado para los visionarios o aquellos con unos recursos económicos para un marketing al alcance de muy pocos.

Por tanto una segunda conclusión: el software barato y rentable es cosa de algunos privilegiados que son capaces de vender miles o millones de copias del mismo software.

Para la mayoría, el precio del software debería poder ser rentabilizado con un número de ventas finito y realista.




(Horas Invertidas x Coste Hora) + Beneficio = Precio de venta x Nº de Copias

Tercer Error :¿Cuál debe ser nuestro mercado?

Debemos tener en cuenta que si intentamos ir a mercados generalistas tendremos que competir con los mejores o lo que es peor, tendremos que generar nuevas necesidades, puesto que en estos sectores ya casi todas están cubiertas. ¿Estamos dispuestos a reinventar el Excel?. En mi opinión dejaría esto para los visionarios.

Por tanto deberemos buscar nuestro cliente potencial en mercados más fragmentados y especializados.


Si vamos a pequeños nichos, la competencia será mucho menor, nos podremos posicionar más arriba frente a la competencia, y lo que es mas importante, las necesidades existentes puede que no hayan sido resueltas por nadie. En todo caso siempre será más fácil encontrar necesidades no resueltas que crear nuevas.

Si repasamos una lista de empresas que desarrollan con Velneo y establecemos un ratio entre licencias de vMotor adquiridas las que presenten un valor más alto son las que están comercializando soluciones más verticales y especializadas.

Cuarto Error: ¿Hay que empezar de cero?


Veamos una historia muy común: Una empresa de software se embarca en un nuevo producto, cuyo plazo de desarrollo se estima en un año.
¿Un año? En realidad se aplaza casi dos.

Se pone en marcha, aparecen problemáticas que no habíamos contemplado, cuyas soluciones se detectan tras varias horas de simulación y pruebas.

En ocasiones suponen grandes modificaciones y en otras apenas una línea de código. En cualquier caso, decenas de horas para detectarlos.

El programa tras dos o tres años se estabiliza y empezamos a instalarlo en otros clientes. Además, algunos de los clientes que ya teníamos crecen. También crece la casuística que hace que se den extrañas circunstancias para que aparezcan nuevos errores.

En cualquier caso cuanto mas tiempo transcurre entre la aparición de un problema y el siguiente, más olvidado lo tenemos y mayor es el tiempo que cuesta detectarlo y corregirlo.

Tras cinco o seis años, en la mayoría de los casos ya es totalmente estable.



Un buen día, después de casi dos años sin una modificación en el programa, aparece una necesidad que hace tambalear el núcleo.

Se lo comunicamos al equipo de desarrollo, que se introduce en una maraña de instrucciones sin sentido. Se angustia.

Y la respuesta no se hace esperar: Jefe, tenemos que hablar. El programa es muy viejo, deberíamos volver a hacerlo y acabaríamos antes que retocándolo.

¿Está viejo?, ¿Se ha oxidado?, ¿Es un ser vivo que envejece?



Tratemos de contabilizar el número de horas invertidas. Pensemos 10 segundos….

Probablemente sólo estemos contando las horas de análisis y programación, es decir el primer año. ¿Cuantas horas hemos dedicado en los años siguientes a las implementaciones y detección de bugs tanto por nuestra parte como por la de nuestros clientes? ¿Vamos a empezar realmente de nuevo? Por desgracia, en muchos casos sí.

¿Por qué sucede esto, cuando sabemos que es un gran error?

Porque reescribir código cuesta menos que leerlo. Con Velneo sabemos que esto no es así y que todos podemos de una forma más o menos sencilla mantener el código hecho por otros o por nosotros mismos hace muchos años.

No obstante siempre existen casos como los de una verdadera migración tecnológica que justifican esta reescritura.



Quinto Error: Los prejuicios del no hecho en casa

Frente a dos posibles ventas, en las que podemos instalar un software que ya tenemos o desarrollar uno nuevo, sin duda trataremos de cerrar antes la venta para la que ya tenemos solución, porque no tenemos ninguna duda de que programar nuevo software sólo nos añade costos.

Sin embargo si ese software no esta hecho en casa, la cosa cambia. Ese es el síndrome del "No hecho en casa", idea que entiendo pero que no comparto. Y es que, en general el software existente ni es mucho peor, ni mucho mejor que el que haríamos nosotros mismos. Normalmente el mejor software es el que mejor conocemos.



¿Qué puede justificar el que nosotros mismos desarrollemos el software desde el principio?

1º Que no este hecho.

2º Que el coste de compra sea muy superior a producirlo nosotros.

3º Y lo más común: La falta de control sobre el producto. Que por ejemplo sólo nos permita su parametrización, y en el mejor de los casos, aunque tengamos acceso a los fuente, que éstos sean imposibles de entender o mantener, lo cual nos imposibilitará ofrecer un servicio posterior al cliente, y por tanto, una falta de ingresos.


Sexto y último error: La pasión por las últimas tecnologías

Este es un error que en algunas empresas se produzca hasta por dos frentes distintos.

El interno, motivado por algún programador dentro de la propia empresa, al cual le recordaríamos el significado etimológico de negocio: negación del ocio (no podemos confundir nuestro ocio con nuestro negocio).

Y el externo, lo que algunos denominan "El síndrome del astronauta", es otro gran peligro que corre toda la industria del software. Las grandes multinacionales utilizan la ya antigua táctica del "Dispara y Avanza". Queriendo hacer caer en la trampa a miles de usuarios, anualmente salen una y mil arquitecturas nuevas , muchas veces por pura estrategia comercial, miles de consultores recorren el mundo con la nueva lección aprendida desde hace más de 20 Años convenciendo de los "estándares imprescindibles" a incautos responsables de informática, haciéndoles perder el foco de lo que realmente necesita su empresa.

Pasado su efecto y el ciclo, estos consultores se reciclan con nuevas siglas y de nuevo se disponen a establecer el nuevo orden social. Todos hemos oído hablar de ADO, CORBA, DDE , OLEPLUS, etc.
Pero ¿Cuántos de ellos se han convertido en verdaderos estándares? ¿De verdad es una nueva tecnología?


Cuantas sorpresas nos hemos llevado cuando hemos tenido necesidad de una nueva implantación y hemos descubierto que el misterio era poco más que generar un fichero ASCII con alguna característica añadida.

¿Vas a soportar la pesada carga de estar al día y mantener en tus aplicaciones todas estas "tecnologías" porque tus clientes realmente lo necesitan, o porque alguien dice que son "estándar" y te sientes obligado a responder?

Conclusión

Una vez repasados estos errores, en los que la mayoría podemos estar de acuerdo o no, todos nosotros podemos confeccionar nuestra lista de errores favoritos en los que no deseamos volver a caer. No obstante este punto no es crítico.

Ahora la pregunta es: ¿cómo podemos no caer en ellos?

Quizás, entre las empresas que caen en estos errores y las que no, exista un denominador común.

¿Existe un denominador común entre las empresas de éxito?


La respuesta es sí. El denominador común que nos va a permitir alejarnos de estos errores es "una correcta política de servicios y mantenimientos". Las empresas de mayor éxito suelen ser aquellas con una fuerte política de mantenimientos y servicios. Las de menor éxito, las que tienen una política débil. Y esto es independiente del tamaño.

Para verlo mas gráficamente podemos simplificar: una empresa de una sola persona. Al que consigue el éxito lo llamaríamos consultor independiente, y al fracasado: francotirador, que va de aquí para allá, desesperado, buscando cualquier programa para hacer, sin criterio ni selección y angustiado porque de la nueva venta dependen los ingresos del mes.
Existe evidentemente un ciclo vicioso. La necesidad y urgencia de nuevas ventas nos lleva a generar nuevas ventas sin haber negociado adecuadamente los mantenimientos.

Esto nos provoca:

Aceptar proyectos no rentables.

Dispersión del foco y sector.

Nos obliga muchas veces a programar para un solo cliente.

Nos hace caer en todos y cada uno de los errores antes citados.


Da igual el volumen de nuestra empresa, el sector en el que estemos y la calidad de nuestro producto, si todo se basa en nuestra próxima venta.

Si no tenemos una buena base, es decir ingresos suficientes fijos por mantenimientos y servicios no podremos pensar y crear soluciones acertadas.

Pero nos quedan dos preguntas en el aire:
¿Cómo podemos romper el bucle y no caer en el?
Cada uno de nosotros debe reflexionar sobre nuestros clientes, nuestras políticas y nuestras estructuras, con el fin de establecer el plan más adecuado. Y en muchas ocasiones esto pasará por decir no a más de un proyecto.

¿Cómo influye Velneo en todo esto?

La mayoría de los conocedores de nuestro producto habréis leído implícitamente entre líneas esta influencia. De hecho muchos de los asistentes a la Velneo Conference06 ya apuntasteis: ¿Por qué no había referencias directas en el texto cuando eran obvias?

Nosotros siempre afirmaremos, sin temor a ruborizarnos, que tenemos la herramienta más rentable del mundo y vosotros, los usuarios ya lo sabéis, pero según mi experiencia es muy difícil convencer al nuevo usuario. Así que, para los nuevos, aquí tenéis unos cuantos motivos para empezarla a descubrir.

Como en todo, hay excepciones, pero todos deberíamos preguntarnos…
¿Somos visionarios o prácticos empresarios?

Tim Berners Lee: las amenazas a la neutralidad de Internet son serias


HOY NO SONRIE , ahora te presentaré , algo que realmente le preocupa: aqui unas palabras aclaratorias.

Cuando inventé la Web no tuve que pedirle a nadie permiso. Ahora cientos de millones de personas la están usando libremente. Y estoy consternado porque eso está por acabarse en los Estados Unidos de Norteamérica.
He posteado con aterioridad acerca de la neutralidad de la web, asi como muchas otras personas (por ej. Danny Weitzner, SaveTheInternet.com, etc.) desde entonces algunas compañías de telecomunicaciones gastaron grandes cantidades de dinero en relaciones públicas y campañas de televisión, y la Casa Blanca parece haber sido alejada del camino de preservar la neutralidad de la red. Se han expandido informaciones erróneas al respecto. Asi que aqui hay algunas aclaratorias:

Neutralidad Web es lo siguiente:

Si yo pago para conectarme a la red con una cierta calidad de servicio y tú pagas para navegar con una conexión igual o suprior, nosotros podremos comunicarnos en ese nivel.

Eso es todo. Depende de que nos aseguremos de que nuestros ISPs son interoperantes para que eso ocurra.

Neutralidad Web NO es pedir Internet gratis.

Neutralidad Web No es decir que no debemos pagar más dinero por una mejor conexión. Siempre lo hemos hecho y siempre lo haremos.

Se ha sugerido que no necesitamos una legislación porque nunca la hemos tenido. Eso no tiene sentido ya que, de hecho, hemos tenido Neutralidad Web en el pasado pero sólo recientemente es que han aparecido amenazas contra ella.

El control de la información es altamente poderoso. La amenaza está, en los Estados Unidos, en que las compañias puedan controlar lo que yo accedo por razones comerciales (En China el control del gobierno es por razones políticas). Hay incentivos de corto plazo muy fuertes para que las compañías ejerzan control sobre la distribución de la TV sobre Internet a pesar de que ello esté en contra de los intereses a largo plazo de la industria.

Si, la regulación para mantener Internet abierta, es regulación. Y en principio Internet prospera por la falta de regulación. Pero algunos valores básicos deben ser preservados. Por ejemplo, el sistema de mercado sobrevive gracias a la regla de que no puedes fotocopiar dinero. La democracia depende de la libertad de hablar. Libertad de conexión, por cualquier motivo, por cualquier persona, es la base social fundamental de Internet, y ahora la sociedad se basa en ella.

Veremos si los Estados Unidos son capaces de actuar de acuerdo a sus más importantes valores o si, como muchos dicen, correrá tras los intereses a corto plazo de las grandes corporaciones.

Tengo la esperanza de que el Congreso proteja la Neutralidad Web, de manera que yo pueda seguir innovando en el espacio de Internet. Quiero ver que la explosión de innovación que está ocurriendo alla afuera en la red, tan variada y exitante, continúe y se mantenga.


Vicko
Alos
Chava
Juancho
Fchavez